martes, 7 de agosto de 2007

Técnicas de intervención de un Consultor

Las Técnicas de intervención de un Consultor son las siguientes:

1. Encontrar y facilitar información gerencial y empresarial:
Para que el cliente la use o la ignore; el consultor puede estar dispuesto a responder a las preguntas o puede adelantarse a ellas seleccionando y facilitando la información que el cliente debe conocer.

2. Realizar la tarea del cliente:
En lugar del cliente, que puede optar por participar o no; en general, un consultor no debe ser utilizado para tareas rutinarias.

3. Suministrar sistemas y metodologías:
Proponer y ayudar a introducir sistemas y metodologías preparados por la empresa consultora o adquiridos en el mercado.

4. Demostrar y enseñar cómo hacer un trabajo:
Mostrar y ayudar al cliente a dominar un método determinado.

5. Diagnosticar la situación del cliente:
Ayudar al cliente a que se dé cuenta de los aspectos positivos y negativos de su empresa, de su posición en el mercado y de sus posibilidades de desarrollo basándose en datos sólidos.

6. Decir al cliente lo que ha de hacer:
La llamada promoción de una idea, si el cliente desea que el consultor haga una elección o si se muestra indeciso en un momento crítico.

7. Presentar alternativas con recomendaciones:
El consultor recomienda la mejor solución, dejando la elección definitiva al cliente.

8. Presentar alternativas sin recomendaciones:
Igual que en 7, sin recomendaciones.

9. Formular preguntas para estimular la reflexión y la acción:
Señalar cruda o suavemente a la atención del cliente las oportunidades existentes o perdidas, las opciones posibles, las decisiones necesarias, los recursos no utilizados, etc.

10. Observar los procedimientos de la organización y facilitar la información obtenida:
Hacer que el cliente se dé cuenta de las ventajas y los inconvenientes de los procedimientos y relaciones de su organización que influyen en el rendimiento, y las posibilidades de mejora.

11. Actuar como caja de resonancia:
Escuchar las ideas del cliente, sus intenciones y planes, dándole después la opinión de un experto.

12. Dar apoyo moral y consejo:
Escuchar las inquietudes y las quejas del personal, explicar qué se puede hacer, dar ánimos, presentar una visión optimista del futuro, estimulando al personal.
Fuente: “Cómo seleccionar y trabajar con Consultores”. Guía para el cliente. Milan Kubr, OIT-Ginebra.

La Accountability Educacional

La accountability es el concepto, de aplicación reciente en América Latina, que remite a la necesidad de asignar responsabilidades por las acciones propias y los resultados de las mismas. Se lo usa en el mundo financiero para aludir a los resultados de quienes resultan responsables por el manejo de dineros encomendados por terceros. Ellos están obligados a informar a sus clientes sobre los movimientos de recursos y a rendir cuentas sobre cómo se han utilizado y qué se ha logrado con ellos. Esto no sucede en el mundo de las políticas públicas y, menos aún, en aquel de la educación y la enseñanza. De hecho, los conceptos de transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad por los resultados son relativamente novedosos cuando se refieren al quehacer de personeros que administran o manejan recursos públicos y que deben responder por el desempeño de personas y organizaciones bajo su control.

En el campo educativo el concepto remite a los resultados del aprendizaje escolar y a la responsabilidad que le cabe a las escuelas –y dentro de ellas a la comunidad escolar– por los resultados que obtienen sus alumnos. Entre las acciones orientadas a lograr estos propósitos resulta prioritario evaluar periódicamente los resultados del aprendizaje y el cumplimiento de metas curriculares; alinear estas evaluaciones con estándares de contenido, desempeño y oportunidades de aprendizaje, dentro y fuera del aparato escolar; premiar o castigar el buen desempeño de los actores del sistema y, tan importante como esto, cuidar que estos ejercicios de medición y regulación no acaben distorsionando el contenido y orientación de la práctica educativa y permitan –paralelamente–
fortalecer las capacidades de gestión en los establecimientos rezagados y prestar, a los maestros, el respaldo técnico necesario para realizar sus proyectos educativos con resultados de excelencia.
Fuente: "Accountability educacional: posibilidades y desafíos para América Latina a partir de la experiencia internacional", CIDE-PREAL, Editorial San Marino, www.esm.cl, Santiago - Chile, 2006.